Vender a un cliente existente es generalmente más fácil que encontrar uno nuevo. Esto se debe a varias razones:
- Conocimiento del cliente: Cuando ya se tiene una relación con un cliente, se tiene un conocimiento previo sobre sus necesidades, preferencias y presupuesto. Esto permite personalizar la oferta de manera que se ajuste mejor a sus necesidades, lo que aumenta las posibilidades de éxito.
- Confianza: Una vez que un cliente ha comprado de nosotros anteriormente, ha desarrollado una cierta confianza en nuestra empresa y nuestros productos o servicios. Esto puede hacer que sea más propenso a volver a comprar.
- Coste de adquisición de clientes: Adquirir un nuevo cliente puede ser costoso, tanto en términos de tiempo como de dinero. Es necesario invertir en marketing y publicidad para llegar a nuevos clientes potenciales, y a menudo se requiere un esfuerzo adicional para persuadirlos de que compren. En cambio, vender a un cliente existente ya ha superado estos obstáculos y el costo de adquisición es menor.
- Referidos: Los clientes existentes satisfechos son una excelente fuente de referidos. Es más probable que recomienden su experiencia positiva con su empresa a amigos y familiares, lo que puede llevar a nuevos clientes potenciales.
En resumen, vender a clientes existentes es más fácil debido a un mejor conocimiento del cliente, una mayor confianza y un menor costo de adquisición, además de que son una excelente fuente de referidos. Por lo tanto, es importante fomentar una relación sólida con los clientes existentes y asegurarse de que estén satisfechos con su experiencia con su empresa.
Agustín Herrera | Consultor y formador de Upselling y personal branding